Se acerca el verano y las costas del litoral central nuevamente son un panorama imperdible para millones de turistas. Lamentablemente, este aumento de la población flotante trae consigo una serie de delincuentes que aprovechan un mínimo descuido, para estafar a la gente.
La tecnología facilita la calidad de vida, pero también es una de las herramientas más utilizadas de los estafadores. En la última década aparecieron una serie de plataformas digitales dedicadas al turismo ofreciendo pack’s completos que incluyen panoramas, comida y alojamiento.
Una de las estafas más frecuentes consiste en fotografiar edificios de lujo y ofrecer habitaciones que nunca existieron, arrendar propiedades duplicadas o simplemente ofrecer hospedajes en casas no disponibles. Generalmente todas estas transacciones se realizan por internet o vía WhatsApp, donde el turista no se le da tiempo de reacción y en cosa de minutos ya tiene depositado el 50% del arriendo, cifras que van entre los $50.000 y $300.000 por día.
Por eso a la hora de elegir un alojamiento es importante tener en cuenta distintos factores por su propia seguridad. El subcomisario Cristian Figueroa de la BRIDEC de la Policía de Investigaciones aseguró que “es vital informarse antes de hacer cualquier tipo de transacción vía internet, idealmente conocer de manera presencial el lugar y evitar reservar y depositar si no se está seguro de la veracidad del ofrecimiento.”
Además agregó, “muchas veces los estafadores se aprovechan de la inocencia de las personas y ofrecen grandes propiedades a muy poco valor, eso siempre debe ser un llamado de alerta.”
Para Karen Lein, representante de los hoteleros en Valparaíso, un tema no menor es la informalidad que ocupan estos estafadores, “la formalidad no siempre va de la mano de costos elevados o mayores costos, en la región tenemos ofertas muy económicas y otras con valores por experiencias más sofisticadas.”
Ya lo sabe entonces si no quieres ser víctima de estafas este verano, debe primero buscar la formalidad, informarse y conocer muy bien el oferente y el lugar que desea arrendar.