- La salud mental es un desafío creciente en Chile, puesto que, tras la pandemia, aumentaron los índices de depresión y trastornos de ansiedad en adultos y niños. La psicóloga de Clínica Los Carrera, Constanza Uribe, aborda algunos signos de alerta del padecimiento de depresión y destaca la importancia de contar con apoyo profesional.
Cansancio, falta de energía, dificultad para concentrarse, sentimientos de desesperanza y abandono o pérdida de placer en actividades comunes son algunos de los síntomas más evidentes de la depresión. Una patología que responde a diversos factores en materia social, psicológica y biológica.
Uno de cada cinco chilenos se siente solo y la cifra no cede, pues según la última versión del “Termómetro de la Salud Mental ACHS-UC”, el 21% de los encuestados manifestó sentirse frecuentemente aislado por los demás, o carente de compañía, números que no han experimentado variaciones significativas desde el 2020 y el inicio de la pandemia.
La cifra es liderada por las mujeres con un 25%, mientras que los hombres llegaron a un 17%. Cabe destacar que esta brecha entre ambos géneros no sólo es con respecto a la sensación de soledad, si no que se réplica en prácticamente todas las dimensiones estudiadas.
En línea con lo anterior, según un estudio realizado por CIPER, en Chile, por cada hombre diagnosticado con depresión, hay cinco mujeres deprimidas y, en su mayoría, corresponde a un segmento que no ha tenido acceso a educación de calidad. Por otra parte, el 45% de los estudiantes universitarios reporta una infancia o adolescencia traumática donde el estrés reportado es por abuso emocional o psicológico.
La profesional de Clínica Los Carrera, señala que, según un estudio realizado por la Defensoría de la Niñez, el concepto de salud mental es reconocido entre los adolescentes como “bienestar o sentirse bien/ausencia de enfermedad” y que sus principales preocupaciones en esta materia son el padecimiento de ansiedad, depresión y pensamientos autodestructivos.
La especialista sostiene que lo anterior “tiene sentido si consideramos que, además de ser una etapa donde se espera que la mentalidad atraviese por varias transformaciones, niño/es adolescentes y sus familias son de los grupos más impactados negativamente por los eventos de los últimos años. Cuando hay un niño enfermo, hay una familia que también lo está”.
La psicóloga de Clínica Los Carrera explica que en niños y adolescentes la depresión suele manifestarse con cambios significativos en la conducta, “el mejor punto de referencia es mi sentido común/intuición que nota un cambio, por ejemplo: “irritabilidad, ira, tristeza frecuente o episodios de llanto, problemas de concentración, entre otras y que los padres juegan un rol fundamental en el manejo de estos padecimientos”.
Además de resaltar que “nunca hay algo insignificante que no valga la pena consultar si presiento que algo pasa, como profesionales nos es mejor consultar antes que esperar hasta que sea algo grave. Los diagnósticos y tratamientos tienen mejor resultados/pronóstico mientras antes sea, vía medicación o psicoterapia familiar”.
